El Dios de Nuevas Oportunidades

por | abril 22, 2024

El Dios de Nuevas Oportunidades 

por Enrique Monterroza

Escrito en Diciembre de 2009

“Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar”.

San Juan 21:7

Es increíble como sin merecerlo Dios nos da nuevas oportunidades. Por naturaleza somos rebeldes y pecadores, mas Dios no nos ve como somos, sino como llegaremos a ser cuando nos encontremos realmente con Él y suframos una transformación que solo es posible en el ámbito sobrenatural.

Esta historia llena de lagrimas mis ojos, porque es la historia que muchos en algún momento de nuestra vida hemos experimentado, puesto que no es necesario renunciar completamente a Dios como para alejarnos de Él; tú puedes ser el mejor servidor a la vista de toda la congregación, pero puedes estar totalmente alejado de una verdadera relación personal con el Señor.

Todos conocemos la historia de cómo Pedro negó a Jesús, ese hombre que en algún momento dijo: “…Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré” (Mateo 26:33). Y es que aunque muchas veces le prometamos todo lo que queramos al Señor por puros impulsos humanos, cuando la realidad de la prueba se presenta muchos hacemos lo mismo que Pedro, huir y negar lo que un día profesamos: “Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16).

Y es que es fácil decir todo lo lindo que Dios es cuando todo esta en bonanza, cuando todo es una bendición y cuando sus milagros y maravillas están a simple vista.

Pero lastimosamente muchos no estamos preparados para la hora de la prueba, Jesús le dijo a Pedro: “…Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo” (Lucas 22:31) y en otra ocasión también le había dicho: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. (Marcos 14:38)

El episodio de su negación todos lo conocemos, la Palabra de Dios describe como luego de negar a Jesús, Pedro lloro amargamente: “Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente”. (Lucas 22:62)

Yo me puedo identificar con Pedro, sentir lo que el sintió en ese momento, percibir el ambiente que se movía y lo peor de todo saber que le había quedado mal a aquel que había depositado su confianza en el, que le había elegido para hacer historia, que le había discipulado para ser cosas mayores de las que Él había hecho, pero que todo eso había sido echado a la borda. Tenia razón Jesús, él ya lo había dicho y se cumplió tal y como lo dijo. Seguramente Pedro estaba destrozado.

Este episodio es semejante al que muchos a travesamos en la vida, cuando luego de ser testigos de cosas maravillosas del Señor, luego que Dios nos rescato de la muerte eterna, nos dio nueva vida y aparte confió en nosotros para alguna tarea en especial, nosotros decidimos fallarle, negarlo con nuestras acciones y olvidarnos por completo de todo lo lindo que ha sido.

Y es que es duro; creo que ninguno de los que en algún momento hemos tenido un encuentro con Dios nos sentiremos orgullosos de fallarle al Señor, jamás nos sentiríamos orgullosos de hacer algo que lejos de agradarlo lo entristezca. Pero nuestro Dios es grande en misericordia, amor y sobre todo perdón.

Volviendo al primer versículo que leímos, notaras como algunos de los discípulos habían vuelto a su trabajo normal, a ese que desempeñaban antes de ser elegidos como discípulos del Señor. Como cuando tú luego de fallarle al Señor, vuelves a hacer lo que antes hacías, vuelves a tu vida normal del mundo.

La Biblia narra como estos discípulos se encontraban pescando, pero al igual que la pesca milagrosa, no habían pescado nada, Jesús se acerco a ellos desde la playa y les dijo que sumergieran nuevamente las redes (Juan 21:6), al momento ellos obedecieron y no podían ni sacar las redes por la gran cantidad de peces, en ese momento Juan el discípulo amado reconoció que era Jesús y dijo a Pedro: “¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar”. (Juan 21:7)

Cuando Pedro oyó que era el Señor, dice la Biblia que se puso la ropa y se echo al mar, para encontrarse con Jesús que estaba en la playa. Y es que Dios es un Dios de oportunidades, Pedro había fallado, había vuelto a su vida antigua, pero aun así Jesús fue a buscarlo y Pedro frente a la insistencia de Dios por buscarlo opta por salir corriendo a su encuentro, como un hijo prodigo anhelando una segunda oportunidad la cual esta vez aprovecharía.

Me encanta este episodio, me lo imagino como que si yo estuviera allí, hay dos cosas importantes de rescatar en este episodio:

1. Jesús fue a su búsqueda: Es que aunque no lo merezcamos su amor es ETERNO, no tiene sobra de variación, su amor por ti y por mí siempre será el mismo, pero Él anhela verte en su redil, por eso te buscara para restaurarte, ese es el BUEN PASTOR aquel que busca a las ovejas descarriadas. Pedro al igual que tú o yo no nos merecíamos tanto, pero el amor de Dios no es de merecerlo, sino que es porque SIEMPRE HA SIDO y nunca dejara de ser.

2. La actitud de Pedro frente al encuentro de Jesús: Pedro se dio cuenta que era la oportunidad de reivindicarse, de pedir perdón y tener una nueva oportunidad, cuando lo vio me imagino que sus ojos se llenaron de lagrimas, a como pudo salio corriendo a su encuentro, me imagino que se paro frente a Él y no halla que decir, mientras su garganta con un enorme nudo no le permitía pronunciar palabra, sus ojos han de haber hablado mas que mil palabras, su rostro arrepentido seguramente hizo que Jesús le diera un abrazo de esos que a pesar de no pronunciar palabras demuestran TODO el PERDÓN y AMOR que tiene para los suyos.

Que lindo episodio, lo que todo parecía arruinado fue RESTAURADO POR NUESTRO SEÑOR. Y es que El es un Dios de Oportunidades.

Amados, no se que momento estas pasando, no se como estará tu relación personal con el Señor, no se si estas apunto de tirar la toalla y regresar a tus antiguas actividades, más en esta hora te digo con toda convicción: DIOS ES UN DIOS DE NUEVAS OPORTUNIDADES.

Lo último que Dios querría seria que tú te fueras a tu antigua vida, Él te ama y con su ETERNO amor te busca porque quiere restaurarte, quiere perdonarte y darte una NUEVA OPORTUNIDAD.

¿Porque no te bajas de esa barca de vida antigua y corres a su encuentro?, ¿Por qué no te ciñes los vestidos y vas delante de Él?, te aseguro que al estar en su presencia sentirás como su AMOR y PERDÓN te alcanzan.

DIOS es un DIOS de NUEVAS OPORTUNIDADES y Él te quiere dar una NUEVA OPORTUNIDAD HOY.

¿Cómo reaccionaras ante esta NUEVA OPORTUNIDA que Él te quiere dar?

Escrito el 14 de Diciembre de 2009

Escrito para www.devocionaldiario.com y destellodesugloria.org/blog/



5 pensamientos en “El Dios de Nuevas Oportunidades

  1. Evelin

    Hermoso,… Definitivamente nuestro Dios es inigualable,… como podemos pagar a Él tanto Amor? las palabras no alcanzan para agradecer tan grande Amor!!

    Solo puedo decir Gracias por esta Nueva Oportunidad Mi Señor!! y gracias hermano Enrique por dejarse usar cada día por nuestro Rey. Dios lo bendiga muchisisisimooooo.

  2. jose luis gonzalez

    bendiciones hermano enrique en este dia gracias a dios que lo sigue usando en gran manera para la gloria de su nombre gracias hermano por ese mensaje tan maravilloso de parte de dios gracias señor porque siempre nos daras una nueva oportunidad gracias por tu amor y tu misericordia gracias padre en el nombre glorioso y poderoso de tu hijo amado jesucristo bendiciones para todos amen.

  3. ROMINAHULJEV

    EXCELENTE!! COMO CADA UNO DE SUS DEVOCIONALES! SIN NINGUNA DUDA DIOS LE DIO UN DON MARAVILLOSO PASTOR ENRIQUE! GRACIAS LE DOY A DIOS POR SU VIDA!

  4. guadalupe arenas

    es la respuesta justa la que necesito en èste momento, la nueva oportunidad que DIOS me dà es inigualable , quiero aprovecharla y dar màs para que su nombre sea glorificado. gracias pastor por su trabajo en favor de engrandecer el reino del Señor.

  5. Elizabeth

    GRACIAS A DIOS POR SUS OPORTUNIDADES, LOADO SEA NUESTRO DIOS

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